• La actividad se desarrolla junto a la firma Teracan
• Cada semana, los residentes interactúan con los animales

Tarragona, 27 de noviembre de 2018 .- Gestión de las emociones; potenciación de la empatía, la motivación y la sociabilidad de las personas usuarias o, incluso, hasta el control de la tensión arterial son labores habituales en los Centros de Día y Residencias Asistidas que, en L’Onada Riudoms, se trabajan con un nuevo aliado: el perro. En el centro del Baix Camp, y de la mano de la empresa Teracan, los canes se han convertido desde hace meses en un estímulo clave del día a día de las personas usuarias del centro y, también, en una herramienta viva a disposición del equipo de psicólogos y psicólogas del Centro.

“Un perro no juzga las dificultades, comportamientos o necesidades de quienes le rodean y, además, siempre responde a los estímulos externos. Esta circunstancia genera siempre un refuerzo positivo en la persona a la que se aplica la terapia”. Son palabras de Miriam Díaz, psicóloga en la Residencia Asistida L’Onada Riudoms y en el Centre de Día de Montroig y una de les responsables del programa. En L’Onada Riudoms, la actividad se programa semanalmente. “Con los animales, las sesiones siempre son productivas. En nuestra cultura, los perros se consideran un miembro más de la familia porque son fieles, obedientes, protectores y afectuosos. Son idóneos para este tipo de terapias”, nos explica.

Las terapias con perros se desarrollan en L’Onada Riudoms y en otros centros de L’Onada Serveis y permiten alcanzar objetivos que van desde la rehabilitación cognitiva, la estimulación sensorial y la gestión emocional a la potenciación de la autonomía, la rehabilitación funcional o el trabajo con el lenguaje. Cada seis meses, y coincidiendo con la revisión del PAI (Plan de Acción Individualizada) de cada persona usuaria, la familia es informada de cómo se ha trabajado y en qué asuntos: “La respuesta de los familiares siempre es de sorpresa, porque ven reacciones de la persona usuaria que no se han producido antes y sin el perro de por medio”, explica la psicóloga. Las sesiones pueden ser individuales y de una duración máxima de treinta minutos o grupales y con un aire más lúdico.

Más Información:

Luis A. Pérez, Comunicación y Prensa L’Onada Serveis
610 203 144