Destacamos su compromiso, la profesionalidad y la voluntad de servicio en unos momentos muy difíciles por parte de las trabajadoras y los trabajadores, que han hecho todo lo posible y más para proteger a las personas más vulnerables
La intervención altruista a las residencias durante la primera ola hace merecedora de un reconocimiento especial a la organización Médicos Sin Fronteras
La Associació Catalana de Recursos Assistencials celebró ayer la 18a edición de los Premis ACRA per a la millora del benestar i la qualitat de vida de les persones. El colectivo de profesionales de atención a los mayores en situación de dependencia fue distinguido con el Premi ACRA 2020 por su gran contribución al bienestar y la salud de las personas usuarias durante la pandemia. Médicos Sin Fronteras también recibió un galardón especial por su contribución desinteresada durante la primera ola.
“Las trabajadoras y trabajadores del sector han demostrado su compromiso con las personas mayores y una gran profesionalidad en un contexto extraordinariamente difícil”, explicó Cinta Pascual. La presidenta de ACRA también denunció en su intervención “el abandono que sufrieron los centros al principio de la primera ola”, un sector resiliente que ha hecho los deberes y que en los últimos meses se ha preparado a fondo para brindar “la mejor respuesta y garantizar la seguridad y la salud de los residentes en el más amplio sentido, protegiéndoles de la COVID y potenciando su bienestar emocional”.
Por otro lado, el Presidente de Médicos Sin Fronteras (MSF) en España, David Noguera, agradeció el reconocimiento especial otorgado por ACRA por la intervención altruista de su organización, experta en emergencias epidemiológicas, a las residencias catalanas.
Uno de los momentos emotivos de la gala, realizada mediante videoconferencia, se produjo durante la emisión de un vídeo en el que una usuaria de una residencia entregaba el Premi ACRA a una de sus cuidadoras de referencia en nombre de todas las personas que viven en los centros del país. El premio se compartió entre esta cuidadora y una representante del personal de limpieza, un colectivo, el de atención indirecta, que se implicó al mismo nivel que el resto de profesionales.
Especialmente recordada también fue la interpretación del Cant dels Ocells, a cargo del violoncelista Nico Cobo en homenaje a las más de 15.000 personas que han perdido la vida por la COVID-19.